La hipnosis ha sido objeto de múltiples tabúes y mitos debido a su historia tan controversial. Desde sus inicios, no sólo se ha caracterizado por sus valores curativos en culturas tan remotas como la egipcia y griega, sino que también ha estado asociada a la magia negra, ocultismo, teatro y entretenimiento, por lo que la ciencia en siglos pasados, la ha excluido del ámbito académico.

Fue hasta 1955 que la Asociación Británica de Medicina la reconoce oficialmente como una técnica válida y autoriza su enseñanza en las facultades de Medicina. En 1961, la Asociación Americana de Psiquiatría la reconoce como otra técnica más que se suma al arsenal terapéutico. Actualmente, la hipnosis clínica se emplea en muchos países del mundo y es reconocida como una valiosa herramienta en la medicina, psicología, odontología y demás ciencias de la salud. Esto gracias a cientos de investigaciones que han demostrado la eficacia de la técnica, mostrando resultados sorprendentes especialmente para el control del dolor (agudo y crónico), insomnio, ansiedad, estrés, fobias, depresión, sobrepeso, resolución de eventos traumáticos, entre muchos otros.

¿Qué es la hipnosis?

A pesar de que proviene del vocablo griego hypnos (sueño), no tiene nada que ver con éste. La hipnosis se ubica como un estado mental entre la vigilia y el sueño, el cual podríamos denominar como un estado alterado de conciencia o de atención focalizada donde la persona está más receptiva a sugestiones. Desde la neurología, la hipnosis se concibe como aquel estado donde el cerebro emite ondas alfa, con una frecuencia entre 7 y 14Hz, las cuales se pueden alcanzar por medio de otras técnicas y prácticas, como el yoga, la meditación, la relajación y la oración profunda.

Debido a la complejidad de manifestaciones que se presentan durante la hipnosis, existen múltiples definiciones. No obstante, la gran mayoría de practicantes la definen como un procedimiento en el cual una persona guía a otra persona a responder a sugestiones para crear cambios en su experiencia subjetiva, percepción, emoción, pensamiento, o conducta. Usualmente se da dentro de un contexto o estado hipnótico a través de una técnica de inducción, aunque también puede ocurrir espontáneamente. Asimismo, las personas pueden aprender a utilizar la autohipnosis. Así, a través de la hipnosis, la persona aprende a utilizar su mente y sus pensamientos para controlar y manejar sus emociones, conductas y síntomas físicos.

¿Cómo es el tratamiento con hipnosis clínica?

Aunque las sesiones de hipnosis van a variar dependiendo de las necesidades de la persona, la sesión suele incluir una fase donde el terapeuta le ayuda a relajarse a través de la respiración y la relajación muscular. Es común que el terapeuta le pida que visualice e imagine escenas placenteras.

En una segunda fase, el terapeuta le puede ayudar a lidiar con su problema a través de sugestiones y visualizaciones específicas. Por ejemplo, si usted sufre de ansiedad, el terapeuta le podría pedir que imagine un lugar que le trae mucha paz y tranquilidad, junto con sugestiones para que se sienta bien y pueda controlar los pensamientos que le generan ansiedad, como por ejemplo, imaginándose que deja ir los pensamientos ansiosos como nubes cuando sopla el viento…simplemente pasan

El número de sesiones de un tratamiento que incorpora la hipnosis variará dependiendo de la naturaleza y la gravedad del problema. Aunque la hipnosis suele acelerar y facilitar los resultados del tratamiento, no se puede esperar que en una sola sesión de hipnosis se resuelva el problema. El arte de la terapia radica en poder entender el problema del paciente y buscar la mejor manera de ayudarle con sus problemas. Muchas veces, el mejor abordaje es integral, donde el profesional utiliza varias modalidades de intervención además de la hipnosis clínica para ayudarle. Inclusive si se considera que la hipnosis es la primera línea de intervención por la naturaleza del problema, hay muchos abordajes dentro de la misma hipnosis, pues se puede trabajar desde la hipnosis sugestiva como la regresiva.

Por ejemplo, un caso de una fobia a volar avión, se podría abordar a través de la hipnosis regresiva donde se le pide a la persona ir en su mente al momento en que se originó este miedo y procesar el evento o eventos asociados al origen de la fobia. La persona identifica en su mente alguna experiencia difícil asociada a volar en avión, o inclusive puede ser el que haya escuchado a un familiar expresar su miedo a volar. Los orígenes de una fobia pueden ser eventos traumáticos que la persona ha sobrevivido, pero también pueden ser eventos muy sutiles pero que ocurrieron en un momento de vulnerabilidad que dejó una huella en la memoria.

Otro abordaje podría ser más bien pedirle a la persona que se imagine abordando un avión donde la persona se siente tranquila, en control, permitiéndose disfrutar de la oportunidad para desconectarse de su celular y conversar con la persona de al lado o de simplemente cerrar los ojos y descansar, mientras el tiempo pasa volando. Por tanto, no toda hipnosis es igual, pues realmente va a depender del motivo de consulta como de la habilidad, entrenamiento y creatividad del profesional para poder brindarle visualizaciones adecuadas o una exploración regresiva apropiada.

Mitos y Verdadescerebro llave

Muchas personas tienen dudas y miedos acerca de la hipnosis, los cuales están basados usualmente en mitos fomentados en programas de televisión, películas o en espectáculos donde utilizan la hipnosis para el entretenimiento del público. A continuación se aclaran los más comunes:

Mito: La persona hipnotizada esta bajo el control del hipnotizador y puede hacer o decir cualquier cosa que el hipnotizador quiera.

Verdad: No importa que tan profundamente hipnotizada se encuentre la persona, siempre va a estar en control. La persona no podrá ser hipnotizado para que haga algo en contra de su voluntad o código moral.

Mito: Durante la hipnosis, la persona está inconsciente o dormida.

Verdad: Durante la hipnosis, la persona no está ni dormida ni inconsciente. Aunque la persona puede sentirse profundamente relajada, es una participante activo en la sesión pues puede inclusive hablar e interactuar con el terapeuta durante las visualizaciones.

Mito: Hipnosis es algo que “se le hace” a la persona.

Verdad: Hipnosis es una habilidad que la persona puede aprender a realizar por sí sólo (conocido como autohipnosis).

Mito: Las personas pueden quedar “atrapadas” en el trance hipnótico sin poder salir.

Verdad: Las personas pueden terminar y salir del trance cuando así lo deseen, así como pueden escoger no responder a sugestiones que no quieran realizar.

Mito: Las personas deben de ser muy ingenuas o de poca inteligencia para que la hipnosis sirva.

Verdad: Estudios indican que la gran mayoría de las personas pueden beneficiarse de la hipnosis. La capacidad para responder a sugestiones hipnóticas sólo significa que la persona tiene la habilidad para usar hipnosis de forma exitosa.

Mito: Las personas no recuerdan nada después de una sesión de hipnosis.

Verdad: La persona recuerda todo pues simplemente estuvo en un estado de profunda relajación. Aquellos que no recuerdan nada se debe a que el hipnotista les dio la sugestión de que no recordarían nada y la aceptaron (como se hace en los espectáculos de hipnosis).

Mito: Con la hipnosis se puede tener acceso todo lo que nos ha ocurrido en nuestro pasado de forma real y verídica.

Verdad: Estudios han demostrado que la memoria es imperfecta, adaptativa, reconstructiva (en vez de reproductiva) y maleable, por lo que tanto dentro como fuera de hipnosis, pueden existir errores en la evocación de recuerdos. Sin embargo, estudios suelen indicar que la hipnosis puede ser efectiva en la evocación de recuerdos traumáticos, pues suelen ser codificados en la memoria de forma diferente a eventos no traumáticos.

Mito: La hipnosis es un tipo de terapia.

Verdad: La hipnosis no es un tipo de psicoterapia en sí misma. La hipnosis es una técnica que puede ser usada, y que usted puede aprender, en el contexto de una psicoterapia junto con otro tipo de intervenciones psicológicas.

¿Quién ofrece tratamiento con hipnosis clínica?

Si está considerando asistir a un proceso terapéutico con hipnosis clínica, lo más importante es asegurarse que el profesional haya sido entrenado en el uso adecuado y ético de la técnica, ya que, al igual que un bisturí en manos de un cirujano, la hipnosis es tan buena como lo es el profesional que la utiliza. En nuestro país la hipnosis clínica puede ser ejercida por profesionales en medicina, psicología y odontología. Se recomienda buscar un profesional que tenga experiencia y adecuada formación. Existe la Asociación Costarricense de Hipnosis Clínica (www.acohic.org) la cual agrupa a profesionales interesados y entrenados en esta valiosa herramienta.

22 de mayo del 2015
Dra. Paula Llobet Yglesias, psicóloga clínica